La calcificación puede lograr cosas asombrosas a la vez que aterradoras. Más de medio siglo después de haber tenido que dar a luz, los dolores en la barriga son demasiado fuertes y decide ir al médico y lo que ocurre es una operación de cinco horas.
Lo que ocurrió en 1955 fue que Zahra Aboitalib llegó al médico para tener a su hijo y cuando vio el dolor que esto le provocaba a una mujer decidió huir. Unos días después los dolores cesaron y ella pensaba que el bebe se había quedado durmiendo y que era posible que viviera en su interior.
Unos 56 años después los dolores regresaron y decidió ir al médico a ver lo que le ocurría. Se había calcificado el feto y había conseguido vivir todo ese tiempo sin que se produjera rechazo por parte del organismo. Los doctores se quedaron extrañados pero no es la primera vez que pasa esto, hay constancia de que ha habido otros 200 casos más.