En
una localidad británica llamada Northampton a ocurrido una historia
algo extraña. Smurf, el hámster
de la familia cogió un muñeco de Spiderman
del niño de la familia y lo mordisqueó hasta tragarse un imán que
llevaba.
Solo
unos segundos después el roedor estaba pegado a la jaula por el imán
que tenía en la boca a una altura de 13 cm. Cuando la madre se dio
cuenta de lo que pasaba llevó al hámster al veterinario para
solucionar el problema.
La
moraleja
de esta historia es: No le des imanes a tu hámster porque se quedará
pegado a la jaula.
Bonita historia y tu moraleja es muy instructiva! La llevaré a cabo en toda regla!
ResponderEliminarGracias. Espero que no le vuelva a ocurrir a nadie eso con su pobre hamster, porque seguro que lo paso muy mal.
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